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IMPUGNAR un testamento ✓ ¿Cómo es el procedimiento?

Javier Martin Garcia • feb 16, 2022

Impugnar un testamento no es algo que se haga sencillamente por no estar de acuerdo con la voluntad expresada por el fallecido. Este procedimiento judicial suele iniciarse cuando se estima que puede haber irregularidades que darían lugar a una nulidad de lo dispuesto en el documento de últimas voluntades.

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¿Qué implica impugnar un testamento?
La impugnación se produce cuando alguien no está de acuerdo con lo señalado en el testamento. Siempre y cuando concurra alguna de las causas legales que permiten manifestarse en contra de la voluntad del testador y querer anular la misma en todo o en parte.
Es un procedimiento legal que puede poner en marcha cualquiera de las personas llamadas a la herencia o que deban intervenir en la misma. Esto quiere decir que la impugnación también puede venir de parte de los legatarios y hasta del albacea.

Causas legales para impugnar un testamento
La acción legal contra el testamento debe estar basada en algunas de las causas legalmente previstas:
  1. Si el testador no ha incluido a algún legitimario o heredero forzoso.
  2. No se han respetado las cuotas de la legítima.
  3. El testador no disponía de capacidad legal para otorgar testamento.
  4. El testamento fue otorgado bajo intimidación, amenaza o a través de engaño al testador.
  5. Se ha producido una desheredación sin justa causa para ello.
  6. Hay defectos de forma en el testamento
Cautela socini
Para evitar que cualquier heredero descontento pueda impugnar un testamento solo por causar agravio a los demás, existe la llamada cautela socini. El testador no puede prohibir que su testamento sea impugnado, pero sí puede establecer esta cautela a la que estamos haciendo referencia.
Esto implica que, el heredero que impugne el testamento, solo recibirá lo que le corresponda en concepto de legítima.

Procedimiento de impugnación
El plazo para iniciar la acción es de 15 años a partir desde la muerte del testador o desde que el heredero recibió la copia autorizada del testamento. Todo comienza con una demanda interpuesta ante los Juzgados de lo Civil competentes en virtud del último domicilio del fallecido.
El demandante deberá fundamentar su impugnación en alguna o algunas de las causas previstas legalmente y aportar todos los medios de prueba que estime convenientes para hacer valer su derecho. Los demandados serán todos aquellos que resulten beneficiados por el testamento. En su contestación a la demanda, cada uno de ellos presentará las alegaciones que estime convenientes para defender su derecho y propondrá pruebas.
Tras la demanda y la contestación a la misma, se celebra una audiencia previa en la que se intentará que las partes alcancen un acuerdo. Si esto no fuera posible, se dará fecha para el juicio. 
El proceso finaliza con una sentencia en la que el juez puede estimar (o desestimar) en todo o en parte la pretensión del demandante. Señalando qué partes del testamento han de quedar en vigor y cuáles deben ser consideradas nulas.

Impugnar un testamento es un proceso que busca un reparto más justo de los bienes de la herencia. Pero para poder hacerlo necesitas contar con asistencia letrada y procurador. ¿Quieres reclamar frente a un testamento o alguien ha impugnado unas últimas voluntades en las que tú has sido llamado como heredero? Nuestro despacho de abogados en Salamanca se encuentra a tu disposición para ayudarte, recuerda nuestra primera cita es totalmente gratuita y sin compromiso.

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